La palabra nos enseña que debemos congregarnos ya que esto ayuda a nuestro desarrollo espiritual. El compartir con otros hermanos en Cristo es de un valor incalculable para nuestra vida cristiana.
No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Hebreos 10:25