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Hambre y Sed de Dios

Cuando tienes hambre sientes que estás muriendo y que te vas a desnutrir y que no podrás ni caminar, ni pensar, no podrás hacer nada!
Y cuando tienes sed, sientes que también vas a morir, que es el final de tus días y que hasta hoy llegaste.

Y de esto quiero hablarte. ¿Qué es tener hambre y sed de Dios?

Es sentir que mueres y que es tu fin, pero no el fin de tu muerte física, sino el fin de esa naturaleza pecaminosa con la que cargas.

Tener hambre y sed de Dios es clamar aún cuando no te salen bien las palabras porque tienes días ayunando y haciendo cilicio.

Tener hambre y sed de Dios es impedir que pase un día y que no hables con Dios.

Jehová nos dice:
Cuando ustedes me busquen, me encontrarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón.
Jeremías 29:13 TLA

A veces le buscamos a medias o con una parte de nuestra vida. A veces le buscamos para hacerle creer a la gente que estamos en eso. A Dios NO le gusta esto. Él ama cuando ve a un hijo dispuesto a morir y a dar todo por él. Dispuesto a matar lo que él es, para ser lo que Dios quiere que él sea.

Y nosotros decimos a Dios hoy:
Dios mío, tú eres mi Dios. Con ansias te busco desde que amanece, como quien busca una fuente en el más ardiente desierto.
Salmos 63:1 TLA

Dios es la agua y la comida que necesitas. La palabra, el ayuno, la oración son las fuentes de comida y agua que Dios tiene para ti. Sentirás que estás vaciandote y que vas a morir físicamente pero eso no importará una vez que tu espíritu esté unido al de Dios.

Y siempre dirás lo mismo que digo yo después de cada sacrificio: Valió la pena.

Kristver Astacio

2 comentarios en “Hambre y Sed de Dios”

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