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Vivir en el Espiritu

Casi siempre nos vemos obligados a tomar una decisión que en definitiva afecta nuestra vida espiritual tanto de manera positiva como negativa. Las opciones a decidir que se nos presentan siempre tienen algo en común, siempre hay una elección que te dice niégate a ti mismo , osea que vayas en contra de tus deseos pecaminosos.

8 Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, 2 porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús, te liberó de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque Dios ha hecho lo que la ley de Moisés no pudo hacer, pues no era capaz de hacerlo debido a la debilidad humana: Dios envió a su propio Hijo en condición débil como la del hombre pecador y como sacrificio por el pecado, para de esta manera condenar al pecado en esa misma condición débil. 4 Lo hizo para que nosotros podamos cumplir con las justas exigencias de la ley, pues ya no vivimos según las inclinaciones de la naturaleza débil sino según el Espíritu.

5 Los que viven según las inclinaciones de la naturaleza débil, sólo se preocupan por seguirlas; pero los que viven conforme al Espíritu, se preocupan por las cosas del Espíritu. 6 Y preocuparse por seguir las inclinaciones de la naturaleza débil lleva a la muerte; pero preocuparse por las cosas del Espíritu lleva a la vida y a la paz. 7 Los que se preocupan por seguir las inclinaciones de la naturaleza débil son enemigos de Dios, porque ni quieren ni pueden someterse a su ley. 8 Por eso, los que viven según las inclinaciones de la naturaleza débil no pueden agradar a Dios.” Romanos 8:1-8

Los creyentes debemos elegir entre hacer lo correcto por encima de lo que nuestra naturaleza débil o carnal nos dicta.  “ No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.”Romanos 12:21

Solo hay una manera de estar firmes y vencer nuestra naturaleza débil o pecaminosa, Andando en el Espíritu. Pablo dice:

“ Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne, porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais.” Gálatas 5:16-17

Debemos entonces andar en el Espíritu para mantenernos fieles. A continuación te doy unos consejos que te ayudaran a cumplir con ese propósito:

 

1. Orad sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17)

Debemos mantener una comunicación constante con Dios ya que el es nuestra fortaleza, es recomendable que el creyente tenga una reunión íntima con Dios diariamente, como hacia Daniel (Daniel 6:10).

 

2. Negarse a uno mismo(Marcos 8:34)

Debemos mantener nuestra moral espiritual intacta para que podamos tomar decisiones conforme a la voluntad de Dios , no involucrando sentimientos humanos para que no sean un obstáculo para nuestra vida. “Tomar la cruz” significa sacrificar nuestros propios deseos y rendirnos a Dios con un corazón humillado.

 

3. Ocuparnos en las cosas de Dios.

“Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” Lucas 2:49

Jesús sabía este principio y nos lo dejo para que podamos ponerlo en práctica. Estar ocupados en las cosas de Dios (evangelizar, Leer la Biblia, cantar al Señor, entre otros…) no deja espacio para que nuestra mente sea invadida por pensamientos pecaminosos, por eso es necesario que nos ocupemos como Jesús en las cosas de Dios.

 

4. Vivir para Dios

Lo mejor es tener a Jesús como el centro de nuestra vida. No debemos preocuparnos por proyectar nuestro ministerio y llevarlo hasta una meta “humanizada”, las cosas espirituales no pueden ser comprendidas por lo natural, no hablan el mismo lenguaje, por tanto no pueden comunicarse.

Nos preocupamos demasiado por “movernos en Dios” utilizando para estos fines procedimientos humanos.

No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? 2 Corintios 6:14

Como cita la palabra no se entienden la luz con las tinieblas, por tanto, no podemos hacer crecer un ministerio con ideologías humanas, ya que el ministerio es y debe ser dirigido por Dios. Así pues, preocupémonos por hacer las cosas del Señor, ministrar(servir) a Dios, para que nuestra vida traiga gloria al nombre de Jesús y mas personas lo confiesen como Señor y salvador del mundo.

 

Edgar Sabino

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