Muchas veces nos sentimos cansados y fatigados. No sabemos como, pero de repente te encuentras en un estado de fragilidad que no estas acostumbrado. Es en ese momento cuando el enemigo te ataca mas, y quiere desenfocarte apartando tu vista de Jesús. No hagas caso de lo que el adversario planea, pon tu mirada en Jesús.
Jesús tiene la respuesta a todas las interrogantes de nuestra vida y el quiere que vayamos a Él cuando nos sintamos de esa manera. Créeme, es en esos momentos donde Jesús trabaja con tu corazón de una manera sobrenatural. Él nos dice:
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, 30 porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.»
Mateo 11:28-30
Nota como el Señor enfatiza en estas palabras que saltan a mis ojos, ‘Venid a Mi’. Él sabe que el enemigo te ofrecerá cosas que te hagan sentir que no mereces estar con Jesús, buscará de una forma u otra de apartarte de Jesús haciéndote pensar que ya no tienes salida. Es ahí donde precisamente donde debes aferrarte a tu Salvador. Jesús te ama y no hay un solo momento o situación en la cual te encuentres, que Jesus no anhele estar contigo.
Aprieta su mano, aférrate a su brazo extendido y descansa. Jesús es tu reposo.
Dios te bendiga.
Edgar Sabino