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Hacia la meta, ¡El cielo!

En Hebreos 11 hay una serie personajes que tuvieron la bendita esperanza de disfrutar la vida eterna y el cielo como meta. Perseveraron creyendo gozosos, que tendrían un grande galardón en la ciudad celestial, Por lo cuál padecieron persecuciones, dolor, soledad, lagrimas, temores, corriendo de un lado a otro escondidos en cuevas, sin hogar terrenal, porque esperaban la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

Pero ellos anhelaban una patria superior; es decir, la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de llamarse el Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad.
‭‭Hebreos‬ ‭11:10, 16‬ ‭

Alabado sea nuestro Dios, que nos ha dado una herencia eterna! Reservada para todo aquel que se mantenga fiel, y sea obediente a su palabra, aunque tenga que pasar por pruebas difíciles; la prueba purifica nuestra fe, como el oro es purificado por el fuego. Si soportamos la prueba y somos fieles hasta el fin, estaremos con nuestro señor por la eternidad. Como hijos debemos ser sobrios y velar viviendo en santidad y obediencia recordando:

“ El que persevere hasta el fin, este será salvo”
Mateo 24:13

El cielo es nuestro hogar. Que maravillosa esperanza, prosigamos a la meta.

Cristina Zorrilla

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